Han Tae Song, representante permanente de la República Popular Democrática de Corea ante la Oficina de la ONU y otras organizaciones internacionales en Ginebra hizo pública el día 6 una declaración siguiente:
El día 4, en la 52ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU quedó aprobada por la fuerza la llamada “resolución de derechos humanos” anti-RPDC que nadie reconoce.
La delegación de la RPDC condena categóricamente y rechaza totalmente este documento inventado por Estados Unidos y sus acólitos, calificándolo de la provocación política y acción hostil imperdonable.
A decir sobre esta “resolución”, es un documento más politizado lleno de mentiras, que no existen ni pueden existir en nuestra sociedad, como “violación de derecho a información”, “arbitraria detención y castigo”, “discriminación social”, “secuestro”, “vigilancia de vida privada”, etc.
Para colmo, el hecho de que se atrevieron a criticar nuestras leyes nacionales aprobadas por unanimidad del pueblo coreano a fin de defender la soberanía del Estado y la seguridad del pueblo frente a las tentativas de sabotaje del régimen y las amenazas militares de EE.UU. y otras fuerzas hostiles, resulta una injerencia en los asuntos internos y violación de autoridad.
Se avienen todos los artículos estipulados en la “resolución” con la situación de violación de derechos humanos de EE.UU.
¿Quién invadió en el siglo 21 a un Estado soberano engañando la sociedad internacional mediante la tergiversación y divulgación de informaciones falsas?
¿Cuál es un país policiaco donde se frecuentan los crímenes de odio de toda índole por la contradicción y antagonismo sociales y los negros se lamentan por vivir presionados por la coacción?
¿Cuál es el único “imperio interceptor” que vigila por cada minuto y segundo la vida privada de los habitantes, empleando los medios más sofisticados e intercepta hasta las comunicaciones telefónicas de los líderes de Estado de otros países?
¿Cuál es un país con el régimen anti-popular donde más de un millón habitantes resultaron muertos por el fracaso de la política antiepidémica de las autoridades?
Francamente dicho, EE.UU. es un país violador de DDHH de pésima calaña e infierno de DDHH que debe ser castigado por la sociedad internacional.
EE.UU., que intenta aislar y aplastar al pueblo coreano mediante las sanciones y el bloqueo de lesa humanidad sin precedentes en la historia mundial, se atreve a cuestionar el estado de DDHH en nuestro país, lo cual constituye insulto y burla a los DDHH e imperdonable delito de DDHH.
Vino adoptándose durante más de 20 años en la escena de DDHH de la ONU la “resolución” de este tipo, tan fraudulenta y tan absurda, hecho lamentable que exige la necesidad de reevaluar la discusión de este asunto en escala internacional.
Dado que debido a EE.UU. y las fuerzas occidentales, se ha convertido el ideal noble de DDHH en un instrumento de agresión más congruente para entremeterse en los asuntos internos de los Estados soberanos y violar sus poderes, el debate de DDHH en la escena internacional ya perdió su valor propio de fomentar auténticos derechos humanos.
Si el Consejo de DDHH de la ONU, que tiene la misión importante de proteger y promover los derechos generales del ser humano, se utiliza en las intrigas de la división en bandas encaminada a atacar contra un Estado específico, doblegándose como ahora a la coacción y arbitrariedad de EE.UU. y las fuerzas occidentales, en vez de abogar por el interés común de la humanidad, será el objeto de vituperación del mundo y quedará abandonado.
Tales alborotos de “DDHH” anti-RPDC no representan nunca la opinión pública de la sociedad internacional que aspira la justicia e igualdad.
Aprovecho esta oportunidad para advertir con seriedad a la banda traidora títere, que no pasa de ser sirvienta colonial de EE.UU. ni tiene el poder estatal, por la acusación atrevida de la situación de DDHH de la RPDC.
La RPDC no perdonará jamás cualesquier actos hostiles de EE.UU. y sus fuerzas seguidoras que atentan contra el poder y dignidad del Estado y hará todos a su alcance para defender el régimen y derechos verdaderos del pueblo.
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