A primeras horas del amanecer del domingo, se reportó un incendio en el Campamento de los secuestrados de Laayoune (Tindouf), que se extendió hasta una gasolinería. Según las pesquizas que se realizan sobre este siniestro, se trató de un hecho con que algún grupo (todos apuntan a que pudo haber sido el frente polisario) que quiso encubrir la situación para perpetrar un robo a la estación de hidrocarburos.
Todo parece indicar que se trató de una acción bien organizada por facciones delictivas que trataron de disfrazar el asalto al prender fuego al lugar para borraar huellas y posible evidencias de su fechoría.
Resulta curioso que después del incendio no se pudo hallar la caja de grabación que recibe el monitoreo de las cámaras de seguridad que circundaban a la gasolinería, esto señala que, quien incendió el lugar, prefirió llevársela porque no confiaba en que ésta pudiera quemarse con los demás objetos.
Tras esta acción, se produjeron actos de pillajes y saqueos.
El frente polisario, que aparece como el principal responsable, quiso salir al paso diciendo que sólo se trató de un accidente provocado por un cortocircuito. También calificó el hecho como una novela de ficción, por lo que pidió a los dueños del lugar que confirmaran sus acusaciones lo cual, por supuesto, sería difícil debido a la falta de elementos de seguridad que fueron practicamente robados o destruidos.
Cabe decir que en esta zona de Laayouneque, se encuentran campamentos con “refugiados saharauis” que, como muchos expertos sobre el tema del Sahara saben, más bien se trata de gente secuestrada que es usada para los propósitos seudohumanitarios del movimiento separatista en Tinduf.