La confianza transforma al hombre y la sociedad, y garantiza el futuro. Esto constituye la filosofía del Partido del Trabajo de Corea en cuanto a ella. Con la fuerza de la confianza él continúa la historia como una organización genuinamente popular y el partido gubernamental de máxima duración en el mundo.
La confianza transforma al hombre
Lo que prioriza el PTC en la movilización de las amplias masas a las labores revolucionarias y constructivas es, precisamente, la confianza.
El pueblo coreano podía salir victorioso en la pasada Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) que se llamaba contienda entre el fusil y la bomba atómica, y levantar el paraíso popular sobre las ruinas en el tiempo posbélico porque tomaron como su vida la confianza y la esperanza del PTC que lo presentó como dueño del Estado, tierra y fábricas. También durante el período de la Marcha penosa y la forzada de la década de los 90, superó las severas dificultades siguiendo la dirección del PTC que lo cuidaba con el amor y la confianza.
La confianza del PTC en el pueblo no conoce límite.
Con el corazón de la madre que da mayor atención a hijos enfermos, el PTC, aun sobre las personas que cometieron errores graves, les aprecia la honradez, por una pizca que sea, las ampara con magnanimidad y las conduce al camino de resurrección presentándolas como protagonistas en la construcción socialista.
Bajo tal confianza invariable los coreanos se forman excelentes revolucionarios y genuinos patriotas.
Todo el pueblo sigue con lealtad la dirección del Partido y se esfuerza por materializar su proyecto unido monolíticamente en su torno.
Bajo la política de confianza del PTC, surgen numerosos Héroes del Trabajo, hombres de méritos patrióticos socialistas, innovadores laborales y precursores de bellos rasgos. Se incrementan cada día más las filas de patriotas que anteponen cosas estatales a las privadas.
La confianza transforma la sociedad
Todos los milagros y los éxitos asombrosos anotados en la historia de la revolución coreana son logros cosechados con la fuerza de la confianza.
Después de la liberación del país (15 de agosto de 1945), el PTC, con la firme confianza en el patriotismo del pueblo, le exhortó a contribuir activamente a la construcción de nueva patria según la disponibilidad de cada cual: con la fuerza, con el conocimiento o con el dinero. Y durante la enconada guerra (1950-1953), concibió un gran proyecto de la reconstrucción posbélica, con el apoyo absoluto de la población de que, si saliera victoriosa en la guerra la rehabilitación posbélica no era nada de preocuparse.
El llamamiento del PTC de que debían dar diez y cien pasos cuando otros dieran uno abrió una nueva época de gran auge de Chollima. Y la fuerza unida de los campesinos que le siguieron incondicionalmente, llevó a feliz término la transformación socialista de la economía rural.
Hoy también el PTC dirige de forma acertada el empeño por lograr el desarrollo integral en la construcción socialista con la confianza como medio omnipotente.
Los éxitos asombrosos del sector de defensa nacional que realizó en un corto plazo una gran obra histórica y produce armas autóctonas a sus anchas no por una imitación sino por el desarrollo y la creación, las obras monumentales que se levantan por todas partes del país y los logros alcanzados en el cumplimiento del programa rural socialista de nueva época, son frutos que trajo la confianza del PTC.
Este ni un momento dejó la construcción socialista en una suerte o eventualidad y solo la cumple con la absoluta confianza en el pueblo y en la justicia de su causa.
La confianza garantiza el futuro
La revolución es una obra para el futuro. Quien se siente satisfecho con su vida holgada, no puede seguir la ardua lucha. Sin la confianza en la victoria de la revolución no se puede continuar el camino de la prolongada y ardua lucha hacia el futuro espléndido. Esto es la concepción sobre el futuro del PTC.
Su amor y confianza en el pueblo sirven de fuerza motriz que impulsa todas las labores al éxito y desarrollo vertiginoso.
Su gran proyecto de desarrollo integral del socialismo y sus programas prácticos por el bienestar de la población están basados en la confianza en las masas trabajadoras.
El PTC prepara una sólida base para activar el conjunto de la economía nacional y mejorar la vida del pueblo con la decisión de hacer en su generación todo lo posible para las venideras, de forma impecable aun después de cien años.
Llevar adelante, con la fuerza de la confianza, la revolución coreana, iniciada y avanzada por ella, es la firme voluntad del PTC.
Es precisamente el Secretario General Kim Jong Un quien conduce a la victoria la RPD de Corea con la confianza en el pueblo y la fe en la justeza de la causa revolucionaria y el futuro.
El pueblo coreano tiene guardada en lo hondo del corazón la verdad de que no hay cosa irrealizable, por muy magna que sea, ni por qué temerle al enemigo, por muy poderosa que sea, y la victoria no es casual sino inevitable, al contar con el apoyo de las masas.
En la filosofía de confianza se encuentra la clave de la invencibilidad del PTC que orienta una nueva época de prosperidad y desarrollo del Estado, aun en medio de condiciones y circunstancias adversas que dejarían abatidos a otros mil y una veces.