Kim Yong Rok es un jugador minusválido.
Cuando tenía 12 años de edad sufrió un accidente en que sus antebrazos se cortaron. Sin embargo, no abandonó el sueño de ser deportista y aprendió con afán el ping-pong desde el año 2014. Sus tesoneros esfuerzos no fueron vanos.
Él ocupó el primer lugar en el simple de la Competencia Nacional de Ping-pong para los Minusválidos y Aficionados efectuada en 2016 y el segundo lugar en los III Juegos Asiáticos de Minusválidos de 2018 celebrados en Indonesia. Obtuvo dos medallas de oro y una de bronce en el Campeonato Asiático de Ping-pong de Minusválidos, auspiciado por la Federación Internacional de Ping-pong, y el Abierto de Ping–pong de Minusválidos de Bangkok.
En 2023 otra vez ganó la medalla de oro en la Competencia Nacional de Ping-pong para los Minusválidos y Aficionados.
Al verlo jugar al ping-pong con la raqueta amarrada en el antebrazo, las personas le elogian al unísono la voluntad férrea de sobreponerse a las minusvalideces.