El 27 de diciembre es el Día de la Constitución Socialista de la RPD de Corea. La fiesta del año presente, se puede decir que, encierra una gran significación, ya que, a fines de septiembre pasado, el principio de actividad del Estado en cuanto al reforzamiento de armas nucleares y la misión de época de las fuerzas armadas de la República fueron
suplementados en ella.
Como se sabe, en la VII Sesión de la XIV Legislatura de la Asamblea Popular Suprema (parlamento) efectuada en septiembre de 2022, fue aprobada la ley sobre la política de fuerzas armadas nucleares. Y en la IX Sesión de septiembre pasado ese suplemento fue
reflejado en la Constitución Socialista, carta política de la República.
El artículo 58 del capítulo 4 de la constitución anterior estipulaba que la RPD de Corea se apoya en el sistema de defensa de todo el pueblo y de todo el Estado y el 59 del mismo capítulo precisaba que la misión de las fuerzas armadas de la República consiste en proteger los intereses del pueblo y defender de las agresiones extranjeras el régimen
socialista, las conquistas de la revolución y la libertad, la independencia y la paz de la patria.
En el artículo 58 fue suplementado por el que la RPDC, poseedora de armas nucleares consciente de su responsabilidad, acelera el ritmo de desarrollo de armas nucleares para garantizar el derecho a la existencia y desarrollo del país, frenar la guerra y defender la paz y estabilidad de la región y el mundo. Es decir, definió claramente su posición como responsable país poseedor de armas nucleares y la aceleración del desarrollo de las armas nucleares como el principio de las actividades estatales en el aspecto de la defensa nacional.
Desde su fundación, la RPD de Corea ha sido objeto de incesantes amenazas de Estados Unidos, poseedor de armas nucleares y sus fuerzas seguidoras. EE.UU. que tomó el ataque nuclear contra ella como su política estatal frecuenta simulacros de guerra nuclear
concentrando gran cantidad de armas nucleares en la Península Coreana y sus alrededores.
En los últimos años, en contubernio con Corea del Sur, puso en función el “grupo de consulta nuclear” destinado al uso de armas nucleares contra la RPDC, introduce equipos estratégicos nucleares a nivel de ubicación permanente en la Península Coreana y sus
alrededores, y acelera la fundación de la “unión militar tripartita” con Japón y Corea del Sur, sin disimular la intentona de crear la “OTAN asiática” de carácter agresivo.
La confrontación prologada con EE.UU. y sus aliados le impuso a la RPD de Corea poseer armas nucleares y legalizar el reforzamiento de ellas para la defensa nacional. En la actualidad, se materializa la estructura de la “nueva Guerra Fría” a escala mundial, están
gravemente amenazados la soberanía nacional de muchos países y el derecho a la existencia de pueblos debido a la disputa por la hegemonía y la fantasía de expansionismo de países imperialistas. La realidad testimonia que son a todas luces justas la opción y decisión del país asiático.
Si este hubiera estado con brazos cruzados con una ilusión a paraguas nuclear ajeno como otros países o abandonado la línea de fortalecimiento de la capacidad defensiva cediendo a la tentación y chantaje de los imperialistas, ya no habría evitado una hecatombe
nuclear.
Mientras existan armas nucleares de países imperialistas que intentan exterminar el socialismo, nunca debe modificar ni ceder la posición actual como país poseedor de armas nucleares, más bien reforzarlas de forma sostenida. Esto es el juicio estratégico de la Corea socialista. Es por esta razón que ella habría suplementado dichos artículos en la constitución.
Tomar la hegemonía en la región de Asia y el Pacífico, específicamente en la Península Coreana y sus alrededores, constituye una meta estratégica de Estados Unidos. Para llevarla a la práctica Norteamérica no disimulaba la intención de provocar hasta la guerra
nuclear en esta región en el pasado.
La aceleración del desarrollo de armas nucleares de la RPDC, obligará a Estados Unidos y sus seguidores a deliberar sobre su insensata política de expansión en la Península Coreana y sus alrededores, lo cual será una contribución a la paz y seguridad de la región y del mundo. Podría decirse que el suplemento constitucional arriba mencionado en la RPDC constituye una contribución histórica a garantizar la seguridad y el futuro pacífico de la humanidad.
También la Constitución Socialista suplementada precisa que la misión de las fuerzas armadas de la República consiste en defender a todo trance la soberanía nacional, la integridad territorial, los derechos e intereses del pueblo, defender de las amenazas de todas formas el régimen socialista y las conquistas de la revolución y asegurar la paz y
la prosperidad de la patria con la fuerza militar poderosa.
La ley “Sobre la política de la República Popular Democrática de Corea sobre las fuerzas armadas nucleares” esclareció que estas forman el grueso de la defensa nacional. Es diametralmente opuesto a actos de Estados Unidos que amenaza de forma incesante a otros países con armas nucleares para tomar la hegemonía.
También estipula que la RPDC no amenazará ni usará las armas nucleares contra países no nucleares mientras que ellos no tomen parte en la agresión o ataque contra ella en conspiración con otros poseedores de armas nucleares. Esto patentiza que las armas nucleares de la RPDC son, enteramente, medios para la defensa nacional, la paz y
prosperidad.
El suplemento constitucional le dio a la RPDC una poderosa arma política que le posibilita fortalecer de forma considerable la capacidad de defensa nacional incluyendo armas nucleares, consolidar firmemente la garantía de la seguridad y la base institucional y legal
para la protección de intereses estatales y promover el desarrollo integral del socialismo.
Con él la RPDC patentizó una vez más a todo el mundo que no pueden detener, nadie ni con nada, la voluntad, la decisión y la práctica del pueblo coreano de defender a todo trance los intereses supremos del Estado.
Ahora Estados Unidos y sus seguidores reprochan las actividades constitucionales, derecho inviolable de la RPDC, y sus medidas de fortalecimiento del poderío autodefensivo. Pero, la RPDC hace caso omiso de tales denuncias, pues considera la independencia y dignidad como cosas más preciosas que la vida y está dispuesta a pagar cualquier precio para ellas.