Resulta ilógico cómo el llamado bloque multinacional más grande en la historia, la Unión Europea, no pueda enfocar claramente los compromisos que realiza el Reino de Marruecos en bien de la comunidad internacional. Estados Unidos, por el contrario, ha comprendido el valor estratégico que tiene el gobierno marroquí en la seguridad, el desarrollo social y el derecho internacional.
De visita en Rabat, la Secretaria de Estado de Estados Unidos para Organizaciones Internacionales, Michèle Sison, destacó la importancia que tiene el papel de Su Majestad el Rey en favor de la paz y la seguridad en el norte de África y Medio Oriente. Sencillamente, es el papel más honesto de un aliado para con otro. Marruecos fue uno de los primeros países en reconocer a los nacientes Estados Unidos en 1777, año en que oficialmente se iniciaron las relaciones bilaterales.
Basta tan sólo mencionar algunas de las fortalezas que la Sra. Sison ha visto respecto al liderazgo marroquí. En Marruecos hay al menos 21 agencias de la ONU, lo que en sí mismo habla del papel esencial del Reino como líder regional y su compromiso con la diplomacia multilateral y una misión que es plenamente destacada por la Administración Biden. Por su parte, Washington ha reiterado su apoyo al plan de autonomía, como una solución seria, creíble y realista a la disputa sobre el Sáhara marroquí.
La funcionaria estadounidense elogió las conversaciones positivas y productivas que mantuvo con el Ministro, Sr. Nasser Bourita, en relación con el compromiso de Marruecos y Estados Unidos con el mantenimiento de la paz y la seguridad.
El apoyo fraternal entre La Unión americana y Marruecos ha ido más alla de un simple reconocimiento mutuo. Ambos han caminado como aliados comprometidos con la paz y la libertad, como lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, en la Guerra Fría, en la lucha contra el terrorismo y la promoción de la paz y la seguridad en Medio Oriente.
Ambos países han reafirmado sus compromisos geopolíticos en el marco de una asociación histórica que nunca ha dejado de consolidarse en los diversos campos.
Cabe destacar que esta posición americana, que se destaca por su sinceridad y respeto mutuo, contrasta con el carácter fluctuante de una relación con Francia, que lucha por despojarse de las fallas tutelares de una época colonial pasada.
El compromiso norteamericano la causa marroquí quedó demostrado en diciembre de 2020 cuando se dejó en claro que la propuesta de autonomía en el Sáhara es “seria, creíble y realista”, calificándola como “la única base para una solución justa y duradera” a la disputa sobre el Sáhara marroquí, lo cual fue distribuida a los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, como documento oficial del Consejo de Seguridad, en el seis idiomas oficiales de la ONU.
La posición estadounidense ha consolidado el camino trazado con Marruecos, pese al descontento de Francia, que critica el fortalecimiento y la diversificación de las asociaciones con los aliados tradicionales, principalmente con Estados Unidos.
Finalmente, estas declaraciones hachas por la enviada del presidente Joe Biden, son una amplia demostración de apoyo al papel que Su Majestad el Rey ha realizado en la región, que le ha valido ser designado por sus pares africanos como líder de la Unión Africana en temas de migración.