Un segundo globo fue descubierto sobrevolando, esta vez en América Latina y el Caribe. China se adjudicó el artefacto, el cual también fue registrado por el sistema de defensa aérea de Colombia.
Este lunes, Beijing confirmó que el aparato tiene una capacidad limitada de dirección automática, al igual que el anterior que fue destruido el sábado pasado en Carolina del Norte por un caza F-22 Raptor.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores Mao Ning reconoció este lunes que el dispositivo volador no está tripulado y pertenece al gigante asiático. También aseguró que, en ambos casos, se trataba de una prueba de vuelo con fines civiles que desafortunadamente se les salió de control y sobrevoló involuntariamente el espacio aéreo de diversos países de la región.
Mao también se quejó de la forma en que Washington está usando a su ejército para recuperar desesperadamente los restos del aparato, sobre todo la carga útil que contenía. Agregó que la actitud del Pentágono los hace ver cómo si fueran realmente espías u hostiles a la Unión Americana.
A su vez, el vicecanciller Xie Feng reveló en un mensaje en el portal de Ministerio que Estados Unidos “obviamente reaccionó de forma exagerada y violó gravemente el espíritu del derecho internacional y la práctica internacional al derribar el dispositivo volador”.
En la captación de los escombros colaboran miembros de la Marina, del Ejército, de la Guardia Costera e incluso de la Policía, sin embargo, y al parecer, su urgencia se debe más bien a que las corrientes marinas pueden esparcir los escombros a un área más extensa.
Aunque el Ministerio reconoció la pertenencia del globo, no reveló qué empresa o entidad china era propietaria de éste, pero aseguró que el gobierno “salvaguardaría firmemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas relevantes”.
Por otra parte, expertos sinólogos como Zhu Feng, director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Nanjing, señaló que la intención de Estados Unidos es convertir a China en un tema central que impactará en las elecciones estadounidenses de 2024, en suma, en insertar en la mente de los electores, la amenaza china para promover la cohesión entre sus ciudadanos.
En Estados Unidos, la administración Biden quedó en entredicho luego que se revelara que el mandatario no derribó el artefacto en cuanto lo identificó, sobre todo, luego que funcionarios de defensa, reconocieron que el globo podía recopilar datos de inteligencia, cuestión que cada vez se confirma conforme se analizan las piezas recuperadas.
A las críticas también se sumaron legisladores republicanos quienes señalaron que la demora de Biden en derribar el aparato era como mandar un mensaje de debilidad a China. El mandatario explicó también que durante el gobierno de Donald Trump también se registraron varios avistamientos, los cuales nunca fueron reportados. El ex presidente negó estas acusaciones.