Rabat, Marruecos. Feb. 08, 2023 (MAP).- El abogado francés, Me Olivier Baratelli, quien es abogado del Reino de Marruecos, aseguró ante los tribunales galos que no existe ningún elemento técnico que apoye las acusaciones “fantasiosas” presentadas contra Rabat por el presunto uso del software Pegasus.
“Marruecos obviamente ha sido víctima, durante mucho tiempo, de un intento de desestabilización internacional. Desde hace 18 meses, seguimos esperando la más mínima evidencia de estas fantasiosas acusaciones”, observó el Sr. Baratelli, señalando que se han designado dos jueces de instrucción por denuncias de diferentes personas, que acusan a Marruecos de haber espiado sus teléfonos, pero “ningún elemento técnico sale a la luz estas acusaciones”.
“Ninguno de los demandantes pudo proporcionar su teléfono y proporcionar pruebas de que el software los habría infectado”, agregó el abogado francés, en un video mostrado durante una conferencia debate organizada por el Parlamento marroquí y dedicada a los ataques hostiles, flagrantes y repetidos. contra las fuerzas del Reino en el Parlamento Europeo (PE).
Marruecos ha denunciado constantemente las “acusaciones fantasiosas, injustas y guiadas a distancia” sobre el uso del software espía Pegasus, señaló el Sr. Baratelli, y agregó que el Reino ha iniciado 10 procedimientos penales por difamación contra 10 periódicos que han difundido este rumor, sin proporcionar ninguna información. pieza, documento, certificado o testimonio.
El Reino de Marruecos, bajo el control de las autoridades judiciales francesas, hizo revisar el “pseudoinforme” informático de Amnistía Internacional por expertos informáticos aprobados por el Tribunal de Apelación de París, el Tribunal de Justicia de París y el Tribunal de Casación, explicó Me Baratelli. Asimismo, indicó que ninguno que estos expertos informáticos han sacado a la luz ninguna infiltración del software Pegasus en los teléfonos de las personas supuestamente atacadas en Francia.
En España, las acusaciones las hizo un periodista llamado Ignacio Cembrero, quien había dicho, de manera tajante, que su teléfono había sido infiltrado por Marruecos, prosiguió el abogado francés, indicando que esta denuncia fue desestimada por la Fiscalía de Madrid que ” examinó y despellejó” el teléfono de este periodista en el que no había rastro del spyware.
“Estas falsas acusaciones se hicieron erróneamente con el objetivo de dañar la reputación internacional del Reino de Marruecos”, por parte de un periodista considerado enemigo declarado de Marruecos, subrayó. “En España, estaba legalmente excluido el uso por parte de Marruecos de este software, por lo que las investigaciones europeas no pudieron demostrar nada contra Marruecos.
Baratelli aseguró que Marruecos está exento de cualquier reproche, mientras que otros Estados europeos han utilizado el software”.
El encuentro organizado por el Parlamento marroquí examinó las bases de estos ataques sistemáticos y ahora asumidos por sus instigadores. Fue una oportunidad para abordar la instrumentalización de la cuestión de los derechos humanos, los objetivos contra la integridad territorial del Reino o la explotación encubierta del asunto Pegasus.
Mucha prudencia ante informe la AI
Por otra parte, David Zenaty, experto francés desde 1985 en la Corte de Casación y la Corte Penal Internacional, aseveró durante una conferencia-debate celebrado en el Parlamento y dedicados a los ataques hostiles, flagrantes y reiterados contra el Reino en el seno del Parlamento Europeo (PE).
Zenaty, quien también domina la informática forense, pidió “la mayor cautela” frente al informe de Amnistía Internacional (AI) que acusa a Marruecos de haber utilizado el software espía “Pegasus”, precisando que los elementos técnicos proporcionados por AI no identifica ni localiza, bajo ninguna circunstancia, al usuario de este software.
“Debemos ser extremadamente cuidadosos” ante las acusaciones vertidas por esta ONG internacional y difundidas por algunos medios de comunicación. Los elementos técnicos publicados por AI, cuya integridad no puede ser verificada, no permiten, en ningún caso, identificar o localizar técnicamente al usuario de Pegasus y éste, cualquiera que sea el emisor, no solo el Reino de Marruecos”, sentenció el Sr. Zenaty, citando las conclusiones de un informe que elaboró en agosto de 2021 en colaboración con otros tres expertos del Tribunal de Apelación y el Tribunal de Casación de París.
A petición de los abogados del Reino de Marruecos, este colegio de expertos tenía la misión de “caracterizar los elementos que aparecían en el informe de AI y en qué medida eran técnicamente concluyentes”, precisó el Sr. Zenaty en un proyecto video con motivo de esta conferencia en la que participaron parlamentarios, representantes de la sociedad civil, expertos y abogados.
Para llevar a cabo este “análisis forense” (un proceso de investigación de un sistema de información tras un ciberataque), los cuatro expertos escudriñaron los documentos en los que se basó el informe de IA, entre ellos el manual de usuario de Pegasus y la “transparencia” así como el informe de responsabilidad 2020-2021” de NSO Group, empresa comercializadora de este software.
Luego de haberse detenido extensamente en el modo de operación de este malware, el Sr. Zenaty afirmó que en el caso de un acto de espionaje usando Pegasus, “es muy difícil encontrar al emisor” ya que el software “utiliza una técnica especial para ocultar el origen del servidor, en cuanto a la Red Oscura”.
“Entonces, si desea saber si éste o aquel país ha pirateado éste o aquel teléfono, el único lugar en el que se puede obtener esa información es donde se encuentra el servidor NSO”, explicó.
En lugar de proporcionar pruebas contundentes para respaldar sus afirmaciones, “AI simplemente proporcionó una lista de direcciones de correo electrónico y nombres de dominio cuya procedencia es difícil de establecer, además de una lista de 600 nombres que nadie sabe cómo fueron. asociados a este caso”, informó el abogado.
Esta conferencia-debate fue organizada por las dos Cámaras del Parlamento, para examinar las bases de los metódicos ataques y falsas agresiones retransmitidas por el PE contra el Reino de forma sistemática y supuesta.