Pyongyang, RPDC. Abr. 07, (ACNC).- El comentarista de asuntos internacionales, Ri Jong Su, publicó el día 7 un artículo titulado “AUKUS busca la carrera armamentista rompiendo el sistema internacional de no proliferación nuclear”.
Recientemente, EE.UU. decidió la venta de 220 misiles cruceros Tomahawk, valorados en 895 millones de US$, que serán instalados en los destructores que posee ahora Australia y los submarinos de propulsión nuclear de clase Virginia que va a poseer este país. Mientras tanto, Gran Bretaña publicó que destinará a AUKUS 3 mil millones de£de los 5 mil millones que serán desembolsados adicionalmente como gastos militares en los próximos 2 años.
Con anterioridad, el presidente norteamericano y los primeros ministros de Gran Bretaña y Australia publicaron una declaración conjunta de que este último país fundará en cooperación con EE.UU. y Gran Bretaña una flotilla de 8 submarinos nucleares invirtiendo 245 mil millones de US$ en la base naval de San Diego, California, puerto matriz de la flota del Pacífico de las fuerzas norteamericanas.
Así se conoce con más claridad las facetas de AUKUS como producto de “nueva Guerra Fría”.
Destructor del sistema internacional de no proliferación nuclear
Según el programa de cooperación de AUKUS en la construcción de submarinos nucleares, publicado por el presidente norteamericano y los primeros ministros de Gran Bretaña y Australia, los submarinos de propulsión nuclear de EE.UU. y Gran Bretaña comenzarán la entrada periódica en los puertos de Australia en 2023 y 2026, respectivamente, y serán ubicados de manera rotativa desde el año 2027.
Además, EE.UU. construirá desde principios de la década de 2030 tres submarinos nucleares de clase Virginia para venderlos a Australia y dos más en el caso necesario y, en particular, entregará oficialmente a Gran Bretaña a finales de la década de 2030 y a Australia a principios de la de 2040 los submarinos nucleares de nuevo tipo SSN-AUKUS, construidos de manera conjunta a base del diseño de Gran Bretaña aplicando las tecnologías sofisticadas de 3 países.
La imparcial opinión pública internacional evalúa unánimemente que significa evidente acto de proliferación nuclear la transferencia a Australia, Estado desnuclearizado, del uranio altamente enriquecido de uso militar por parte de EE.UU. y Gran Bretaña, poseedores de arma nuclear y signatarios del Tratado de No Proliferación.
Sin embargo, los 3 países insisten en que los submarinos en transacción no vulneran el sistema internacional de no proliferación porque no llevan cargados los misiles con ojiva nuclear.
Detrás de tal insistencia, hay la arrogancia de EE.UU., que se cree con el derecho a hacer todo lo que le dé la gana, y la obediencia ciega de sus satélites.
La altanería y sobreestima del primer usuario de arma nuclear y poseedor no.1 del mismo artefacto en el mundo llegaron a tal grado de emitir a sus caprichos la entrada al club nuclear a cualquier país seguidor e “íntimo en la raza y linaje”, lo cual vulnera en grande el susodicho sistema internacional.
Se puede prever fácilmente que si las cosas marchan como ahora, puede ocurrir en cualquier momento el “gran suceso”, o sea, la entrega a Australia del submarino nuclear cargado hasta del misil nuclear por parte de EE.UU. y el abuso del uranio altamente enriquecido, que se usa en el submarino del mismo tipo, por parte de la primera.
Al publicar ese programa, el mandatario norteamericano dijo que esto “no pasa de ser el comienzo” tomando en cuenta otros aliados, además de Gran Bretaña y Australia, lo cual significa la ampliación de AUKUS.
Es muy probable que AUKUS amplíe sus filas con los “Estados que comparten el mismo propósito” con EE.UU. como Canadá y Japón, que envidia mucho la “fortuna repentina” de Australia. De suceder esto, será meramente superficial el régimen internacional de no proliferación nuclear.
La realidad demuestra que este sistema, preconizado tanto por EE.UU., se usa como aparato de éste y sus aliados para afianzar su monopólico armamentismo nuclear.
Semilla de nueva carrera armamentista
El fin de la Guerra Fría junto con la desintegración de la ex URSS le dio a EE.UU. un nuevo rompecabezas.
Emergieron de repente China, Rusia, Sudáfrica, Brasil y otras potencias nuevas y la multipolarización se hizo una tendencia mundial que no se puede menospreciar más. Ante esta realidad, EE.UU. busca la salida para mantener su posición hegemónica en aumentar gastos militares y buscar nueva guerra fría.
Según transcendidos, el presente negocio para equipar a Australia con submarinos de propulsión nuclear costará en total la enorme suma de 245 mil millones de US$, hecho que incitará más todavía la carrera armamentista tanto en Asia-Pacífico como en el ámbito mundial.
En esta región no hay el país que codicia el territorio de Australia que está situada en medio del océano lejano.
Es una cuestión del premier australiano cómo explicar a los contribuyentes de su país el malgasto de sumas astronómicas para la compra innecesaria de submarinos nucleares. Pero, todos los mandatarios de los países miembros de AUKUS tienen la inevitable responsabilidad de dar respuesta comprensible a los países regionales del Asia-Pacífico sobre la causa de crear la exacerbación de la situación y la inestabilidad y desatar la carrera armamentista.
La realidad comprueba que tanto en el siglo pasado como en el presente, el motivo de la carrera armamentista en escalas regional y mundial está siempre en el aumento de gastos militares por EE.UU. y sus aliados.
Desde el 13 de marzo, EE.UU. realizó los ejercicios militares conjuntos Freedom Shield que suponen la guerra total contra la RPDC y, del 20 de marzo al 3 del mes en curso, el entrenamiento combinado de desembarco Sangryong de máxima envergadura, que se había suspendido durante 5 años, incorporando la flotilla de ataque del portaaviones nuclear Nimitz.
Así lleva la situación de la Península Coreana al punto de estallido de la guerra nuclear agrandando al extremo la presión militar a la RPDC.
Lo que no se puede pasar por alto es que en el mismo tiempo, se escucharon las voces contra la RPDC durante la reunión de conspiración de los caudillos de AUKUS, abierta más allá del Océano Pacífico.
El premier británico justificó la “necesidad” de AUKUS diciendo que “la agresión ilegal de Rusia a Ucrania, la creciente coacción de China y las acciones de Irán y el Norte de Corea en busca de inestabilidad constituyen la amenaza que crea un mundo en peligro, desorden y división”.
A su vez, un alto funcionario del Departamento de Estado de EE.UU. apuntó que AUKUS hará contribución a la paz y estabilidad de la región, vociferando que “se aumentaron los desafíos provenientes de China, Rusia, el Norte de Corea y más allá”.
Esto insinúa que los submarinos de AUKUS aparecerán en cualquier lugar necesario para mantener la posición hegemónica de EE.UU., sea el Mar Sur de China o en las aguas marítimas de la Península Coreana.
Gran Bretaña despachó a más de 40 marines a Sangryong, que persigue la “ocupación de Pyongyang”, y Australia también participó en calidad de observadora en esta maniobra, lo cual demuestra que AUKUS puede ser malempleado en función del intento de nueva guerra de agresión de EE.UU. en la Península Coreana.
El ambiente de seguridad de Asia-Pacífico, que se empeora cada día más debido a EE.UU. y sus acólitos, confirma con hechos que el fortalecimiento del disuasivo de guerra nuclear por la RPDC constituye la garantía fundamental para asegurar la paz, la estabilidad y el equilibrio de fuerzas en la región.
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