En muchas partes de la RPD de Corea están levantados de forma inmaculada casas-cuna, jardines infantiles, escuelas primarias y secundarias para huérfanos, donde los niños y alumnos crecen felices sin sentir la tristeza por la pérdida de sus padres.
El Estado les suministra todas las cosas necesarias para el estudio y la vida entre otros uniformes, ropas interiores y enguantadas, cuadernos, artículos de uso escolar, etc.
También les costea el campamento, visitas, excursiones, etc. Todo el personal de aquellas casas como educadoras, maestros, cocineros y médicos cuidan con el corazón de padres, la vida de los estudiantes huérfanos.