Hace exactamente veinte años. los teléfonos celulares sólo servían para realmente comunicarse vía telefónica o por la mensajería SMS. Ni siquiera habían nacido Facebook, Twitter, Instagram o Tumblr, por decir algunos. Hoy son los elementos que le han dado a estos gadgets una importancia más que usual… los volvieron imprescindibles para sus usuarios.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los llamados teléfonos inteligentes o smartphones, han afectado la educación, alterando la dedicación de los estudiantes, bajando el rendimiento escolar y, de paso, cambiando la sensibilidad personal, que ha hecho más proclive el uso de la tecnología para acciones como el bulling digital.
Ante ello, la ONU ha manifestado su preocupación en un informe reciente donde recomienda prohibir el uso de celulares, sobre todo, de los que tienen capacidad para albergar un universo de aplicaciones, que son las que distraen más la atención de los alumnos… y de los adultos.
De acuerdo con la Unesco u Organización para la Educación, Ciencia y Cultura de la ONU, ya existen evidencias de que “el uso excesivo de teléfonos móviles estaba relacionado con un rendimiento educativo reducido y que los altos niveles de tiempo frente a la pantalla tenían un efecto negativo en la estabilidad emocional de niños y jóvenes”.
¿Qué dice exactamente ese informe?
Que los teléfonos y sus aplicaciones están suplantando la interacción profesor-alumno, cambiando la visión centrada en el ser humano y la educación, por otra de origen más lúdica y hasta irresponsable; esto sin siquiera mencionar las amenazas que traen consigo el uso de la inteligencia artificial. En otras palabras, ya existe un “vínculo negativo’ entre el uso excesivo de la tecnología digital y el desempeño de los estudiantes”.
La recomendación señala que estos aparatos deben prohibirse en bien de la educación y el aumento de la responsabilidad moral de los educandos, la cual está declinando ante el uso excesivo de entretenimiento que fomenta la distracción constante. Cuando el teléfono celular era considerado por su uso de comunicación, su función estaba definida, pero ahora se ha convertido en un instrumento de diversión con una gran gama de juegos, música, fotos y videos de todos tipos que han hecho que el rendimiento educativo se reduzca por los altos niveles de tiempo frente a la pantalla.
El informe previene que el “uso excesivo o inapropiado de la tecnología por parte de los estudiantes en el aula y en el hogar, ya sean teléfonos inteligentes, tabletas o computadoras portátiles, podría distraer, interrumpir y tener un impacto perjudicial en el aprendizaje”.
Países como China, Francia, India, España, Reino Unido, Holanda y Suecia ya han adoptado políticas para limitar el uso de teléfonos inteligentes. De acuerdo con ello, a los alumnos se les prohibirá por completo usarlos durante la jornada escolar o se les restringirá su uso únicamente en determinadas circunstancias. Ahora sólo falta saber cómo van a responder las familias ante este fenómeno que, al parecer, son otro de los factores que incentivan su uso.