El día 15 de diciembre, EE.UU. y los gángsteres militares de Corea del Sur sostuvieron en Washington la segunda reunión del “grupo consultivo nuclear” donde abogaron por el “fin de régimen” de la RPDC y expusieron abiertamente el intento de realizar los simulacros conjuntos de gran tamaño para el “golpe de represalia nuclear” a la RPDC.
Frente a esta situación seria, la Comisión Militar Central del Partido del Trabajo de Corea dio la orden de tomar una fuerte contramedida de advertencia.
Las fuerzas armadas estratégicas de la RPDC efectuaron otra vez el ejercicio de lanzamiento del ICBM tipo “Hwasongpho-18”, mostrando su voluntad de represalia superintransigente.