La nación coreana, que ostenta cinco milenios de historia, creó muchos bienes excelentes también en el sector del arte musical, entre ellos figuran instrumentos musicales.
Los representativos son tanso, jotae, tungso, saenap y flauta (instrumentos de viento); kayagum y yanggum (de cuerda), janggo (tambor coreano), tambor, gong pequeño, batintín, etc. El número de ellos llega a cientos y algunos instrumentos tienen varias especies, de dos o tres y hasta los diez.
Ya antes de nuestra era los coreanos usaron instrumentos musicales y en el periodo de Coguryo (277 a.n.e-668 de nuestra era) hicieron instrumentos de viento, cuerda y percusión con los cuales interpretaron la orquesta y kochwiak (un tipo de la banda militar).
Cada uno de instrumentos tradicionales tienen tonos muy peculiares.
Los de viento de madera como tanso y jotae producen sonidos vivos y claros, y los de cuerda como kayagum y haegum, suaves y graciosos. La resonancia de jotae es agradable, la de tanso clara y dulce como el canto del pájaro y la de saenap elegante. Sobre todo, kayagum es famoso por su matiz sonoro elástico y suave. La música orquesta favorita del pueblo coreano Abundante cosecha en campos de Chongsan, aviva el gusto nacional, lo cual se debe a la peculiaridad de los instrumentos tradicionales.
Hoy en día, ellos se renuevan dando mayor impulso al desarrollo de la música nacional. En particular, oungum y okryugum, inventados y fabricados manteniendo vivo los tonos de instrumentos tradicionales, desempeñan un papel importante en solo, coro, byongchang y otras ejecuciones instrumentales.
Se usan no solo en los conjuntos artísticos profesionales sino también en las fábricas, campos, escuelas, hogares y todos otros lugares.
En la capital Pyongyang hay una fábrica de instrumentos musicales nacionales.