No sabemos qué pasa con Japón. Sufrió uno de los episodios más trágicos en la historia de la humanidad al convertirse en el primer polígono nuclear, superó una fuerte depresión económica tras la Segunda Guerra Mundial y en veinte años se ubicó como un notable competidor en el ranking de las potencias económicas. Lo que más se puede parecer a eso es la determinación; es decir nadie que te quite de la meta que te propusiste.
La nación nipona culminó su actuación en tercer lugar en París 2024 con 20 medallas de oro, 12 de plata y 13 de bronce, para un total de 45. En todo momento, le estuvo pisando los talones a Estados Unidos y China que lograron 40. Incluso se impuso sobre el país anfitrión Francia, que ganó 16 oros para quedarse con la quinta posición con un total de 64, con 26 de plata y 22 de bronce.
En la olimpiada de Tokio 2021, detentó el tercer lugar con 27 galardones, la mayor cifra que ha conseguido en su historia olímpica. Sin embargo, el deporte nipón también se centra en la motivación de los atletas exitosos. Muy atrás han quedado las primeras habilidades que se reflejaron con el sumo, el judo y el tiro de arco, este último ejecutado por los samuráis.
En la actualidad, Japón tiene un amplio dominio prácticamente en casi todas las disciplinas olímpicas. En París, la lucha, esgrima, atletismo, natación, tiro de arco, futbol, ciclismo, clavados, waterpolo, gimnasia, etcétera fueron actividades normales en su desempeño físico; en todas ellas destacó obteniendo medallas o lugares significativos en la especialidad