Pasó de ser una amenaza estelar, una nave con alienígenas hostiles y hasta un santuario de civilizaciones lejanas que lo enviaban como un regalo tecnológico para la humanidad. Despertó preocupación entre la población, sobre todo de las redes sociales, que lo usaron para aumentar el tráfico de sus páginas publicando notas cortas, acompañadas de videos siniestros: resultó ser un cometa con un comportamiento diferente a los que se han observado en los registros espaciales. Fue descubierto el primero de julio de 2025 por el telescopio Atlas, ubicado en Chile, de ahí recibió su nombre, así como las especificaciones 3 (o tercer descubrimiento) y la I mayúscula (abreviatura de Interestelar), identificándolo finalmente como 3I/Atlas.
Muchas publicaciones en Facebook, Tik Tok y otras compartidas en Whatsapps, han destacado cambios de dirección en su trayectoria, así como efectos de coloración raros que han desconcertado a los astrónomos. Se resaltaba que venía acompañado de elementos dispersos a su alrededor que sugerían ser un cinturón de protección y, al final, él mismo resultó ser la avanzada de una nave nodriza que se esconde tras una especie de polvo cósmico, en la que criogenizan su viaje al menos 5 mil alienígenas con dudosas intenciones. ¡Digno de un buen script cinematográfico! ¡Qué lástima! Sólo era un cometa errático diferente a los catalogados por las agencias espaciales terrestres.
Veamos que dice la revista y portal estadounidense Space sobre esto. En un artículo publicado el 2 de octubre por Victoria Corless, de entrada, lo define como un cometa, cuya observación aportará nuevos conocimientos sobre los cuerpos celestes que provienen de las fronteras interestelares. El telescopio ATLAS (cuyas siglas significan Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides), lo registró como el tercer objeto de su clase extrasolar que se le percibe desde los años setenta, cuando una señal extraterrestre alarmó a la población científica a tal grado que la bautizaron como WoW; un asunto que quedó en los anales de la intriga espacial desde entonces. La anormalidad de su trayectoria se debe a que proviene de regiones remotas del espacio, al grado que se le ha considerado que pudiera ser el cometa más viejo superando los 7 mil millones de años y, quizás, hasta una prueba misma del inicio del Universo, es por ello que ha despertado el entusiasmo de los estudiosos de las estrellas.

Fue visible hasta los primeros días de octubre y, en este momento, el actor se encuentra tras bambalinas escondido por el resplandor del Sol; se calcula que reaparecerá a principios de diciembre siendo el 19 de ese mes, la fecha en que se acercará más a nuestro planeta. A partir del tres de octubre, las sondas de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA son los únicos que podrían monitorearlo, lo cual se proyectará hasta entre el 2 y 25 de noviembre (un periodo que los “guionistas” esperan con ansias para que suceda algún tipo de contacto alienígena). En realidad, es la mejor fase para que el satélite estadounidense Mars Reconnaissence Orbiter (MRO), así como los de los proyectos chino Tianwen y emiratí Hope o Al Amal, que se encuentran de misión en Marte, puedan vigilarlo con mayor precisión observacional y en tiempo real hasta llegado el perihelio, cuando se encuentre más cerca del Astro Rey. De acuerdo con la Agencia Europea Espacial, ese será el punto crucial cuando los investigadores podrán captar toda la información valiosa de ese viajero extraordinario. Ahora bien, ¿cómo lo harán?
Cuando el 3I/Atlas se acerque al Sol, soltará una increíble cantidad de gases y polvos provenientes del agua de su interior, esas emanaciones podrán ser estudiadas a distancia para medir su composición mediante telemetría espacial; en suma, será el proceso que permitirá obtener la huella química del tan renombrado y temido cuerpo proveniente de otras galaxias. Si las lecturas son similares a las de los cometas intrasolares, entonces significaría que el resto del Universo tiene características básicas compartidas con nuestro sistema, pero también para descubrir si en su composición existen nuevos elementos jamás incluidos en nuestra tabla química.
Sólo para que lo sepan: Ha sido una decepción para quienes han creído que la humanidad sólo se unificaría en caso de una catástrofe del tipo 2012 o una invasión extraterrestre, tal y como lo propuso H. G. Wells en su famosa Guerra de los mundos, escrita entre 1895 y 1897. Menos mal que ahora, sería difícil un efecto al estilo Orson Wells, cuya dramatización radiofónica del libro en 1938, causó pánico e histeria por el impactante manejo mediático con que se realizó. Veamos el lado bueno de esta situación. Sea como sea, Hollywood ya debería empezar a hacer una mejor película que las secuencias del ID4; total, la escaleta ya está bien armada y presentada con estos enfoques derivados del cometa extrasolar.
Con información de Space.com

